martes, 26 de marzo de 2013

La batalla por las Filipinas: McArthur y su "Volvere"

La invasión japonesa a las Filipinas y su posterior recuperación habrían sido un "momento" más en el teatro de operaciones del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Aunque las Filipinas eran consideradas un bastión norteamericano de suma importancia, la toma de Singapur, el resto de Indochina y varias islas alrededor de Japón le habían bajado un tanto su nivel. Sencillamente, la toma de las Filipinas le garantizaría seguridad al imperio japonés y evitar algun contrataque gringo.

Pero lo que dio realce a esta campaña, fue que un hombre bastante controversial estuvo involucrado, tanto en su caída como recaptura: Douglas McArthur.

Amado por muchos, odiado por otros tantos, el que fue el líder de las fuerzas de ocupación americana en Japón entre 1945 y 1951, dio mucho de que hablar con sus declaraciones e intenciones finales en la Guerra de Corea. Pero en otra ocasión hablaremos de eso, ahora nos enfocaremos, en lo que se llamo "la joya" de la Corona de la conquista japonesa en el sureste asiático.



La Campaña japonesa de Filipinas se desarrolló entre el 8 de diciembre de 1941 y el 9 de junio de 1942, y culminó con la ocupación japonesa de Filipinas, estado libre asociado de los Estados Unidos. Aunque superadas numéricamente, las mejor entrenadas fuerzas japonesas lograron acorralar a las unidades filipino-estadounidenses de Luzón en la península de Batán y la isla de Corregidor. Estas fuerzas resistieron hasta abril y mayo de 1942 respectivamente, y las guarniciones aliadas en Bisayas y Mindanao se rindieron al caer Corregidor.
Al finalizar la batalla de Batán, las fuerzas aliadas fueron sometidas a una marcha forzada a los campos de prisioneros de guerra, en la que murieron más soldados que en la batalla en sí.1 Este episodio recibió el nombre de la marcha de la muerte en Bataan. Por el número de bajas muchos historiadores la consideran la mayor derrota de las fuerzas armadas de EEUU.


Filipinas se convirtió en un bastión de EUA luego de la famosa guerra hispano-americana de finales del siglo XIX, donde los gringos se apropiaron de las últimas colonias de España, que correspondían a Cuba, Puerto Rico y las Filipinas.

Filipinas, aunque en términos era considerada "libre", en realidad era un protectorado gringo que servía de referencia en el lejano Oriente. De allí que luego de neutralizar Pearl Harbor, el siguiente objetivo fuese las Filipinas, para evitar cualquier contrataque americano.

Douglas McArthur era el jefazo de toda la FEAF, la fuerza aerea americana del lejano Oriente, que consistía en una buena dotación de fortalezas volantes B-52, así de una discreta marina de guerra, integrada por acorazados y cruceros, como de 100,000 hombres en las Filipinas. Sin embargo, McArthur se había quejado agriamente de sus fuerzas, desde que tomo el mando del lugar a principios de 1941.
Aunque rica en hombres, la dotación de alimentos y municiones era poca. Para colmo, las defensas de las islas era insuficiente, al grado que McArthur tuvo que cambiar varias veces sus planes, cuando sus hombres se veían rebasados en combate.


Por el lado nipón, el ataque a las Filipinas estuvo a cargo del general Masaharu Homma, que comandaba al 14th ejército japonés. Aunque sus tropas ascendían a 40,000 japs bien entrenados y dispuestos, sus primeros triunfos rapidamente se vieron empañados por una serie de malas decisiones en el momento de rematar a los americanos.

Las hostilidades comenzaron rapidamente cuando 4 horas después del ataque a Pearl Harbor, McArthur recibió informes de que había iniciado la guerra. Su jefe de bombarderos le comento que sería bueno lanzar ataques preventivos a la isla de Formosa, donde precisamente Homma estaba con sus aviones y tropas esperando lanzarse a las Filipinas.

Sin embargo, tal como nego Pedro a Jesús, hasta en dos ocasiones, McArthur no se decidió lanzar a los bombarderos. Para la tercera, si se ánimo, pero con la mala suerte de que cuando sus fortalezas volantes estaban más que listas para despegar, los japs se le habían adelantado y ya los Nakajimas y Zeros estaban encima del aerodromo de Clark Field. La masacre fue inmediata y en cuestión de horas, McArthur había pérdido su cobertura aérea. Esto permitió a Homma que lanzara en desembarcos a sus tropas.

Se supone el otro brazo de "poder" de McArthur, era la flota asiática que comandaba el Almirante Haart. Sin embargo, que los B-52 fueran hechos trizas, le hizo ver que su flota correría el mismo riesgo sin apoyo aéreo. Solo dejo algunos cruceros y submarinos en la zona y el resto de las naves se dirigieron hacia Australia. Así de pronto, McArthur se quedo a solas.

Este ya había dispuesto a sus tropas para que esperaran a los japs en las playas. Sin embargo, los desembarcos fueron rápidos y ya para la nochebuena de 1941, los nipones habían formado cabezas de playa bastante firmes, al grado que aun los submarinos dejados por Haart, no sirvieron de nada.
 Para colmo, Homma había lanzado desembarcos tanto al sur y norte de Manila, para tomar la capital en la típica maniobra de pinzas.

McArthur viendo esto, saco a sus tropas de las playas y las aglutino de manera importante en Baatan y luego en Corregidor, donde se encontraba el cuartel general. McArthur contaba conque un convoy "de una milla" llegaría con provisiones y municiones en un periodo de 4 a 6 meses. Lamentablemente, las reservas solo durarían para un mes y ya había comenzado la restricción.


Para cuando Homma tomo Manila, ante la sorpresa del entonces presidente de Filipinas, que inclusive llego a quejarse con Roosevelt sobre la actitud de McArthur, este menosprecio a los americanos y mando pocas tropas a someter las regiones aledañas. Los americanos, con ayuda del ejército filipino, pese a su inferioridad táctica, logrando inflingir duras bajas a Homma.

Para colmo, el presidente filipino Quezón amenazo a Roosevelt con declarar la independencia y poner en situación delicada las tropas gringas, que necesitaban el apoyo de los soldados locales. Roosevelt logro calmar al presi y amenazar a McArthur de que resistiera hasta el último hombre.

Ya para cuando Homma logro librarse de los problemas de Manila, mando nuevamente pocas tropas a Corregidor, creyendo que el ataque anterior había desgastado a los americanos. Nuevamente, otra batalla cruenta hizo que los japs perdieran muchas tropas.

Sin embargo, lo del último hombre no ocurrió. Por orden de Roosevelt, McArthur abandono con su familia la zona de Corregidor en una lancha torpedera y se dirigió hacia Australia. Fue cuando McArthur pronunció su famosa frase de "Volvere". Aunque luego se comenta que había dicho "Volveremos", pero tuvieron que corregirle el speach. En fin.

Las bajas niponas habían sido ya muchas, mitad combate, mitad ya por la malaria. Homma, desesperado, telegrafio a Tokio pidiendo refuerzos, los cuales le fueron negadas en varias ocasiones. Inclusive, el primer ministro le mando un "sutil" mensaje del mismo emperador, que le decía que era un inútil. Las malas lenguas dicen que al recibir esto, el general japonés se desmayo en el acto.

Finalmente, ya para marzo-abril de 1942, Homma recibió un poco de refuerzos, que le permitió lanzar varios ataques a la plaza de Corregidor y a la ciudad de Batán, al grado que la artillería nipona quemo parte de la selva que rodeaba Batan, matando a varios defensores.

Aunque McArthur, ya instalado en Australia, ordeno un contrataque, sus subordinados dijeron "no, gracias" y decidieron rendir la ciudad de Batán con la promesa de que sus tropas serían bien tratadas. Cosa que jamás sucedió, ya que el estado mayor japonés no previó una cantidad importante de prisioneros, que tuvieron que ser trasladados en tantas ocasiones, que se le denomino la "Gran marcha de la muerte de Batán", donde más de 7,000 soldados morirían en condiciones infrahumanas.

Ya quedando solo la plaza de Corregidor, Homma la sitió de tal manera que para principios de mayo, un desembarco japonés, logro silenciar las baterías de la fortaleza. Wainwright, comandante en jefe de la resistencia decidió rendir solamente Corregidor a Homma el 5 de mayo. Sin embargo, el general japonés se entero de la estrategia de Wainwright y lo dejo hablando solo. Finalmente, en un mensaje radiofónico, entre lágrimas, Wainwright ordeno la rendición total.

Sharp, comandante de otra ciudad fortaleza no quiso escuchar este mensaje y le telegrafio a McArthur pidiendole mano libre para seguir atacando. Este accedio, pero el 10 de mayo, Wainwright presiono a Sharp y finalmente rindió en su totalidad toda la resistencia americana en las Filipinas.

Aunque los japs se alzaron victoriosos, los protagonistas de esta historia tuvieron poco de que sonreír posteriormente.

Primeramente, Homma cayo en desgracia ante sus superiores. Aunque fue recibido como héroe en Tokio, no se le permitió dar su informe al Emperador, lo cual fue considerado un gran deshonor. Posteriormente, fue encomendado en misiones de bajo calibre. Lamentablemente, por su implicación en la batalla, fue señalado como responsable de la marcha de la muerte de Batán y motivo por el cual fue fusilado en 1946.


Wainwright fue hecho prisionero por los japoneses y debido a su actitud, McArthur lo estuvo deshonrando en muchas ocasiones, al grado de interferir en el otorgamiento de la Medalla de Honor en varias ocasiones. Fue hasta después de la guerra, cuando Wainwright fue premiado por su valor.

Finalmente, los japoneses establecieron un protectorado en Filipinas que duraría solo dos años, cuando los americanos recobrarían su posición en 1944. Pero eso, es otra historia.

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Saludos a la dueña de mis quincenas :3, así a quienes gustan de la Segunda Guerra Mundial.

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